Salgo del elevador y doblo a mi derecha, caminando distraído y mirando al piso; después de dar un par de pasos me parece oler un aroma conocido y levanto la vista. Ahí está ella, justo frente a mí, con una bolsa de frituras o algo así en una mano y una sonrisa preciosa en el rostro. Iba a subir al mismo elevador de dónde yo acabo de bajar, pero aparentemente mi aparición la hizo cambiar de idea.
Como era de esperarse, me quedo paralizado.
-Hola Leo ¿Cómo estás?
-Bien... (anda, quita la cara de idiota..., quítala..., quítala... ¡Quítala ya!... Bien hecho muchacho, así se hace). ¿Y tú?
-Bien, gracias. ¿Vas a fumar?
-Ajá.
-¿Me invitas uno?
-(Te invito un cigarro, una casa, un coche y un perro a la entrada.) Sí.
Salimos del edificio mientras me dice no sé qué cosas. Yo camino tras ella, completamente hechizado con su aroma, su ronca y sexy voz, y el movimiento de su cabello. Al llegar junto al cenicero le ofrezco un cigarrillo y se lo prendo con movimientos automáticos, casi sin darme cuenta de lo que hago.
-¿Y qué, tienes mucho trabajo?
-Sí.
-¿Sigues con lo de Recursos Humanos?
-Sí.
Ella sigue hablando de no sé qué. Yo contemplo como se mueven sus labios mientras habla y cómo de vez en cuando se lleva el cigarrillo a la boca. ¡Dios!, se ve tan sensual cuando hace eso...
De pronto, una pausa en la conversación. Ella espera que yo diga algo.
-(Vamos Leo, dí algo gracioso.) Ah kas lum da gug. (Dios, si estás ahí, ahora es un buen momento para que me fulmines con un rayo.)
-Ja... Oye, hoy no vienes de negro.
-(¿Eh?... ¿De qué me está hablando?... ¡Ah, claro. Hoy traigo camisa azul pálido y corbata roja!) Ah... ¿que..., me visto de negro muy seguido?.. (Como seis días a la semana, imbécil, ni modo que pase desapercibido.)
-Pues si, ¿no? Siempre de negro o con ropa muy oscura.
-Este..., sí, supongo. Ya me lo han dicho antes... No es por nada en especial, sólo me gusta ese color... Cuando compro ropa ni me fijo, es como automático... Deberías ver mi clóset, es monocromático, como los monitores viejitos... (¡Ya cállate, estás divagando! Mejor dí algo gracioso) Pero, como ves, también tengo de repente cosas de otros colores. Hoy me vine con el disfraz de Superman, casi siempre traigo el de Batman. (¿Q-q-queeeeeeé? ¿Por primera vez en tu miserable vida puedes hilar más de dos palabras frente a ella y le dices ésta pendejada...? No sólo no es gracioso, sino que además es ñoño y patético. Por favor en cuanto subas usa tu pinche corbata roja para colgarte en el baño.)
-... Ah... Bueno, pues te ves muuuy guapo así, deberías usar colores claros más seguido.
-(Mi cara se pone al rojo vivo, del color de la corbata. Me empiezan a temblar las piernas, me zumban los oídos, me sudan las manos y se me oscurece la visión.) Da... ga... ud... luc... faj... kas...
-¿Terminaste? Vámonos ya, ¿no?
Volteo a ver el cigarrillo entre mis dedos y noto que se ha consumido por completo. Tiro la colilla al cenicero y la sigo dentro, completamente enmudecido.
Me bajo en mi piso y me despido con un beso en la mejilla, que vuelve a encender mi rostro. El resto del día no puedo dejar de pensar en su sonrisa y en que me dijo que me veía bien.
Creo que necesito unas camisas rosas y lilas... No, no, no, ¿qué estoy pensando?... ésas son de puto. Pero definitivamente voy a comprar más camisas azules y blancas con rayas azules, ésas están chidas :D
-----------------------------------------------------
Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido un idiota. Bien, lo acepto, sí soy un idiota.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
jajajajaja..no no eres idiota! eres divertido! :P
ResponderBorrarSuperman o Batman! aaaaaajajajajjaa! XD
Ella tiene suerte de que te guste! puede verte en tu lado patetico- divertido! jajaja :)
Saludos!
No me pasó a mí. Le pasó al primo de un amigo.
ResponderBorrarY no es que la chuca le guste, es que lo apendeja durísimo y eso no está padre. De hecho el primo de mi amigo hace lo posible por huir de esa mala mujer.
Por otro lado, seguro ella ni se da cuenta.