martes, 25 de agosto de 2009

De monosílabos y sonidos guturales III

Hablo por teléfono con uno de mis mejores amigos, mientras fumo un cigarrillo. Charlamos de lo usual: novedades en la oficina, novedades con los clientes y mujeres.
Es entonces cuando la veo salir del edificio. Me saluda agitando la mano y sonríe. Yo trato de hacer lo mismo, pero mi mano se mueve como si tuviera Parkinson. Ella hace una seña girando la muñeca indicando que regresará pronto y camina en dirección contraria a donde estoy.
-Y son todas las novedades por acá. Al rato entrego la propuesta del... nuevo... sistema... wam... jus... lar...
-¿Que te pasa wey?
-Maf dan bal.
-Está pasando ella por ahí, ¿verdad?
-Sí.
La pierdo de vista. Por la seña que hizo y la hora que es, asumo que fue a conseguir algo para comer. Un repartidor o el carrito de Fortes Donuts. Doy dos pasos al frente y la veo de nuevo. Es la segunda opción. Los sandwiches de ahí son malísimos pero sirven para salir del paso cuando no tienes tiempo de salir. Regreso a mi posición original junto al cenicero.
-¿Cómo se ve hoy?
-Preciosa.
-¿Cómo está vestida?
-Blusa azul, pantalón gris. No mames, creo que va a venir para acá, así que manténte en el teléfono hasta que regrese.
-Ok. ¿Cómo viste a la chica de ayer?
-Ah pues me cayó muy bien, además está guapa. Yo digo que te avientes...
Seguimos platicando un rato y la veo caminando hacia mí, sonriendo. Conforme atraviesa toda la explanada del edificio yo voy pediendo mi capacidad de conectar una palabra con otra. Diez metros y mi mano comienza a temblar. Dejo el cigarrillo en mi boca y pongo la mano en el bolsillo. Cinco metros y los colores se me suben al rostro. Está a dos pasos de mí y siento una gota de sudor frío recorriendo mi espalda.
-...Además tiene bonita sonrisa ¿no? Ya tiene tiempo que la conozco, pero nunca se había dado nada, porque...
-Entonces mándame la propuesta cuando la termines para echarle un ojo y te la regreso con mis comentarios, ¿ok? Si hay alguna otra novedad me llamas. (A huevo, siempre es mejor que crean que estás en algo importante).
-Jajajaja, sale pues, nos vemos.
-Bye. Cuelgo el teléfono.
-Hola Leo, ¿Cómo estás?
-Geryuuiwe ¿Yrhg iud?.
-También bien, gracias. ¿Me invitas un cigarro?
Le ofrezco el cigarrillo con muchísimo trabajo. El temblor de mi mano es incontrolable y siento las piernas de mantequilla. Ella toma el cigarrillo, me sonríe y yo empiezo a ver luces mientras el aroma de su cabello termina de envolverme como un manto (Resiste muchacho, no te me vayas a desplomar ahorita).
En lugar de llevarse al cigarrillo a la boca, se me queda viendo fijamente a los ojos. Pasan como diez mil años en los que yo me mantengo paralizado y sin saber qué hacer. Al parecer, espera que yo haga algo (Piensa, Leo, piensa, algo no está bien en ésta escena) ¡Claro! No le he encendido el cigarrillo.
-Wwer djldf oie.
Le enciendo el cigarrillo después de murmurar mi intento de disculpa. Ella vueve a sonreír y yo me doy cuenta viendo mi reflejo en el cristal frente a mí que acabo de poner una cara de pendejo como jamás creí que fuera posible.
-Oye, muchísimas gracias por tu ayuda con blah blah blah...(No sé que está diciendo, mientras habla sólo veo el movimiento de sus labios completamente hipnotizado. en mi imaginación ya tenemos hasta nietos)
-Ah, sí, iureui err ej.
-Te debo unos choco roles, no creas que se me ha olvidado. Al ratito te paso a buscar a tu lugar y vamos por ellos ¿va?
-¿?
-Bueno, si tienes tiempo...
-(¡Ah claro! el favor que le hice con su aplicación. Así que de eso estaba hablando... en efecto,
cuando le envié el correo para decirle que ya estaba listo, le dije que le iba a cobrar unos choco roles. Pude haber dicho un café, o una comida, unas cervezas incluso, pero dije choco roles. Hasta por correo electrónico soy un pendejo con ella) Eh, sí, claro, pasa en la tarde.
-Bueno, me despido Leo, nos vemos al ratito.
Beso en la mejilla que quema como de costumbre. Ni siquiera puedo responderle nada, sólo sonrío con mi cara de idiota mientras la veo alejarse. Tardo un par de minutos más en recuperar la calma suficiente y regreso, sintiéndome completamente embriagado por ella.
Ya pasaron varias semanas de eso. Hasta ahorita, me sigue debiendo los pinches choco roles.


-----------------------------------------------------
Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido un idiota. Bien, lo acepto, sí soy un idiota.

viernes, 21 de agosto de 2009

Tu horóscopo para éste fin de semana (21 al 23 de agosto)

Aries: En el amor… te va ir de la shit, la chica a la que crees estar acercándote, se siente acosada y está a punto de pedir que te alejes antes de usar el gas que carga en la bolsa. En el dinero… pues como es costumbre te va a ir muy mal, mientras no desistas de embriagarte más de tres días a la semana.

Tauro: En el amor… no mames los astros brillan para ti de una forma inesperada, la chica que tanto deseas y necesitas, está ahora en la puerta de tu casa. Ábrele cabrón, que hace frio y llueve de la chingada; además quiere que le devuelvas su ropa interior (la que te pusiste la última vez que se vieron). En el dinero… las cosas empiezan a cambiar un poco: si antes no te alcanzaba para el fin de semana ponerte pedo, ahora con vieja menos.

Géminis: En el amor… tas bien cabrona y las estrellas me dicen que te quedaras así, lo siento. En el dinero… aunque no te va bien porque no lo tienes, no te preocupes, siempre podrás vender pasteles a fuera de cualquier templo ó escuela (y siempre está abierta la posibilidad de buscar trabajo).

Cáncer: En el amor… dice el gran Oráculo: si no encuentras una chica que te quiera y te deje libertad para salir con tus arianos amigos, no te involucres de más. En el dinero… puedes estar tranquilo, sabrás en todo momento en qué gastas todo (checa la línea de arriba).

Leo: En el amor… recuerda las palabras sabias de ese gran filósofo-poeta y gran adivinador del futuro: “todos los hombres son Iguales”, menos él. En el dinero… pues no cambiará mucho el asunto, llevas casi un año con lo mismo, no esperes milagros.

Virgo: En el amor… nada bueno. En el dinero… nada bueno. Buscamos en otros asuntos de tu vida y nada bueno. Recomendación: no salgas este fin de semana.

Libra: Él: En el amor… estás de suerte, por fin tendrás tu dotación de negro cubano que tanto te prometieron los astros, prepárate. En el dinero… tus ahorros se verán seriamente afectados al cumplirle sus caprichos a ese negrote que te encanta; al final será dinero bien gastado. Ella: En el amor… pues ni cómo ayudarte, aún metiendo tu verdadera edad los astros no encuentran nada para ti. En el dinero… mal, pero muy mal, debido a lo anterior terminarás ebria, y besuqueando a cualquier wey mamey, que se te hará guapo, pero seguramente será gay.

Escorpión: En el amor… no tendrás problemas, pues tus gustos tan, digamos, particulares, te harán buscar amos por kilos, y ellas no podrán resistirse a los lindos chinos de perro a medio mojar que te cargas. En el dinero… serás pobre mientras estés dedicándole tiempo, dinero y esfuerzo a ese auto que ahora tanto amas y que con gusto venderás al primer postor.

Sagitario: En el amor… pinches estrellas, dicen que te va bien, que hay boda en puerta. En el dinero… como eres una interesada de primera, lo tendrás, aunque no en muy grandes cantidades. Sólo recuerda que el dinero no es la vida, es tan solo vanidad.

Capricornio: En el amor… olvídate de él, hace mucho que abandono tu camino. En el dinero… la cosa cambia, si sigues con ese ímpetu y con esas ganas de seguir tomando, muy pronto te lo acabarás.

Acuario: En el amor… no vemos nada. En el dinero… tampoco vemos nada. ¡Ah! es que ya deberías estar muerto según los astros.

Piscis: Hoy en día la programación es una carrera entre los ingenieros de software, afanándose por construir mejores y más grandes programas a prueba de idiotas, y el Universo, intentando producir mejores y más grandes idiotas. Hasta ahora, el Universo va ganando.

-----------------------------------------------------
Por Leo y Joel, sus astrólogos de confianza.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Ésto está en ruso

El sonido insistente del celular me despierta. Todavía me siento dormido y borracho, pero contesto la llamada. Es mi amigo -y socio- Florencio.

-Wey, no mames. Se te olvidó la reunión de accionistas. ¿Dónde estás?

Volteo a mi alrededor buscando alguna pista. Junto a mí hay una rubia de piel blanquísima y desnuda dándome la espalda. A los pies de la cama, una pelirroja de cabello corto e igualmente desnuda duerme hecha un oviillo. Finalmente, volteo a ver el reloj: son las 6:32 A.M.

-No sé wey...¿Porqué llamas tan temprano? ¿A qué hora es la reunión?

-No seas payaso, si son las nueve y media de la noche. Acaba de terminar, empezó a las cinco.

Hago cuentas mentalmente durante un par de segundos, y pienso en las ciudades que hay en éste huso horario. Al fin respondo:

-Wey...creo que estoy en Moscú.

-¿Rusia? No mames, pendejo, ¿Qué chingados haces en Rusia?

-No sé, wey, no sé. Déjame pensar...

Hago un gran esfuerzo por recordar, hasta que algunas imágenes empiezan a llegar a mi mente.

-Pues estaba contigo, Torcuato y el Moncho. ¿No fuimos al antro nuevo ése que dijiste que era la onda?

-¡Pero eso fue la semana pasada! Cabrón, un día vas a terminar bien mal. Ese día ví que te saliste con una vieja, dónde me salgas con que te casaste otra vez... ¡Nos han costado mucha lana tus cuatro divorcios!

-No mames wey, no estoy tan pendejo como para caer otra vez. (Mientras respondo miro mis dedos en busca de una argolla. No hay nada, por fortuna). Wey, no sé cómo llegué, pero estoy con dos viejas bien buenas, ¿La vieja con la que me salí del antro cómo era?

-Cabello negro, lacio, piel morena. Estaba chida.

-Verga, pues no es ninguna de éstas. Déjame las despierto a ver si ellas saben qué pedo. Ah, pero espérate, cuéntame cómo les fue en la reunión.

-Discutimos la oferta que nos hizo IBM, pero decidimos mandarlos a la verga. Esta madre no se vende.

-¿Ya ves? Ni me necesitaban, estamos en la misma línea.

-Pues sí wey, pero sí hubo quien quiso considerar la oferta. En una de ésas, hubiéramos necesitado tu voto para decidir. Además se supone que eres el presidente del consejo.

-Nada más porque gané el disparejo contigo y Moncho...

-Como sea, ya déjate de mamadas y regresa a trabajar ¿si? Además me preocupas wey, tu alcoholismo ya está bien cabrón. Por cierto, el sábado es el cumpleaños de tu ahijada, y si no vienes Mayra te la va a hacer de pedo.

-Prometo estar allá. No quiero enfrentar la furia de tu mujer. Bye.

Cuelgo el teléfono y trato de despertar a la rubia. Me dice algo en ruso que según yo se puede traducir como: "No estés chingando y déjame dormir." Le hago caso y vuelvo a la cama.

Pasado el mediodía vuelvo a abrir los ojos. Las chicas están jugueteando en la ducha, con la puerta abierta. Cuando se dan cuenta de que estoy despierto, me invitan a unirme. Me doy cuenta de que ambas son muy hermosas. No cabe duda de que soy un cabrón con suerte.

Después de un rato ahí regresamos a la cama. Cuatro horas y mucho sexo después, ya tengo armada una parte de la historia.

Según su relato, me conocieron en una fiesta en la embajada de España, donde el mismo embajador me presentó como invitado y gran amigo suyo (no tengo puta idea de quién es). Yo iba acompañado de una chica muy guapa, al parecer inglesa, quien me arrojó el contenido de una copa al rostro cuando le propuse que nos divirtiéramos entre los cuatro. Así que la fiesta fue sólo de nosotros tres.

Hacía dos días de eso, y no habíamos salido del departamento de Nástienka -la rubia- desde entonces. Aparentemente se la habían pasado muy bien conmigo.

Aglaya -la pelirroja- decide entonces que deberíamos comer algo. Yo no recuerdo la última vez que comí algo, así que accedo gustoso.

Al vestirme encuentro mi cartera y mi pasaporte ("Ya chingué", pensé al instante). Obviamente ellas no saben si viajé a Moscú con equipaje o no. No le doy demasiada importancia. Sólo espero no haber dejado mi cuenta abierta en algún hotel, que la inglesa no tenga problemas para regresar a su país -si es que de ahí fue de dónde la saqué-, y que el esmóquin que traigo puesto no sea rentado.

Después de una buena comida, mis nuevas amigas me dejan en el aeropuerto, no sin antes darme sus números telefónicos y hacerme la promesa de que me visitarán en México al término de su ciclo escolar. Estaría chido.

Esperando el vuelo tengo tiempo suficiente para comprar regalos para el cumpleaños de la ahijada: Una típica Matrioska y algunos libros (Turguenev, Tolstoi, Dostoievski y por supuesto Pushkin -cómo lo maman por allá-). Seguro le gustarán.

Durante el vuelo de regreso, tengo tiempo para pensar. Sé que debería estar reflexionando en lo vacía que se ha vuelto mi vida: mujeres, alcohol, drogas. Me la he pasado en el desmadre, malgastando el dinero que me deja la empresa que tantos años nos costó levantar. Los demás tienen vidas normales (hasta Torcuato que era el más rebelde ya sentó cabeza y tiene dos niños), pero yo me sigo comportando como un adolescente pendejo.

Sé que debería estar reflexionando en todo eso y muchas cosas más. Sin embargo, hay algo que llena por completo mis pensamientos. Un asunto que, por más que le doy vueltas, no puedo dilucidar. Y la pinche duda me está matando:

¿Cómo, cuándo y dónde chingados aprendí a hablar ruso?


-----------------------------------------------------
Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido traductor.

viernes, 7 de agosto de 2009

Tu horóscopo para éste fin de semana (7 al 9 de agosto)

Así es. Volvieron los horóscopos.

Aries: Las mujeres te encontrarán más atractivo que de costumbre. Si al caminar por la calle escuchas expresiones como ¡Pimpollo!, ¡Papito!, ¡Apachurro! o ¡Forrazo! dirigidas a tí de parte de bellas mujeres, no te sorprendas, sólo sonríe cordialmente y sigue tu camino.

Tauro: Los astros te favorecen éste fin de semana para reiniciar esa vieja relación. No lo pienses tanto y aviéntate, no seas puto. Evita los refrescos de cola.

Géminis: Lévantate del sillón y haz algo productivo. Un pastel, por ejemplo.

Cáncer: Hay una gran tentación frente a tí, con todo lo que te gusta en el mundo: mujeres hermosas, alcohol y videojuegos. Debes decir no, es una trampa del mismísimo Lucifer para quedarse con tu alma. Ahora que si dices que sí, invita, no seas culero.

Leo: Tus alcohólicos amigos van a ensuciar tu casa hasta los cimientos, y tú tendrás que limpiar solita.

Virgo: Un canguro enloquecido escapará del zoológico, llegará a tu casa y te dará una paliza, matará a tu familia entera y violará a tu perro. Y después obligará a tu perro a orinarse en tu pierna. Aprovecha para mandar tus pantalones a la tintorería, que buen falta les hace.

Libra: -Él- Te pondrás tan borracho en una fiesta que te saldrá lo puto y tratarás de besar a un amigo, así que mejor lleva un botiquín para que te puedan curar la reventada de hocico que te van a poner. -Ella- Te pondrás tan borracha en una fiesta que te saldrá lo zorra y tratarás de besar a una amiga, así que mejor lleva varios litros de aceite de bebé o de chocolate líquido para que den un espectáculo de gran calidad. ¡Ah! y no olvides ponerte ropa interior sexy.

Escorpión: Tus constantes auto-ensartes provocarán que tus amigos te estén jodiendo y burlándose de tí todo el fin de semana. Mejor ten paciencia y no te enojes, pues mientras más enojado estés, más se burlarán más de tí.

Sagitario: Deja de pellizcarte los granitos que te salen en la cara, o vas a quedar como coladera. Mejor usa clearasil.

Capricornio: Tu corazón rebosa de nuevas ilusiones y esperanzas. Ah no, sólo era de alcohol. Bueno, es casi lo mismo.

Acuario: Aprovecha tu soledad para reflexionar en cómo es la mejor forma de suicidarte sin darle muchas molestias a tu familia.

Piscis: La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por comerciantes amalfitanos.


-----------------------------------------------------
Por Leo y Joel, sus astrólogos de confianza.

jueves, 6 de agosto de 2009

Lupe

Recuerdo perfectamente el instante en que me enamoré por primera vez. Fue en 6o. año de primaria, y fue de Lupe.

Lupe fue mi primer amor y también fue la primera mujer que me rompió el corazón. Era la chica más hermosa e inteligente del mundo, y la más tierna y amable. Como una princesa de cuento de hadas.

Antes de conocerla, yo tenía dos o tres novias a la vez, y las iba cambiando. No recuerdo cuántas noviecitas tuve de niño, pero recuerdo que empecé desde el kinder y de ahí no paré hasta dar con ella. Ni siquiera recuerdo mi primer beso, de tan pequeño que era -aunque sí recuerdo que fue Mariana la que me enseñó a besar de lengua, cuando yo tenía seis años, conocimiento que puse en práctica con todas las que siguieron-.

El caso es que Lupe arruinó todo eso. Desde que me enamoré de ella, cada vez que la veía me ponía nervioso, me sudaban las manos, tartamudeaba al hablar y me expresaba en una extraña mezcla de monosílabos y sonidos guturales. Y la amaba tanto, que dejé de tener otras novias. La chica más guapa y popular de la escuela -según todos los demás- me llegó ese año y yo la rechacé porque sólo tenía ojos para Lupe -y así seguí hasta tercero de secundaria, con un récord de cero novias y cinco chicas que me llegaron y yo rechacé por seguir pensando en ella-.

Con todo y lo mal que me ponía al estar cerca de ella, traté de pedirle que fuera mi novia. Grave error. Ella obviamente se enteró antes de mis intencones, y yo supongo que no le pareció tan mala idea, porque me sonrió en el recreo toda la semana y el día indicado me esperó a la salida. Yo tardé siglos en decidirme a acercarme, y cuando lo hice, no me atreví a decirle nada. Se enojó muchísimo conmigo, y cuando unos días después reuní el valor suficiente y le llegué, me dijo que no. Nunca supe si pensaba decirme que no desde el principio o sólo fue por su enojo -que duró varios meses, debo decir-.

Desde entonces me volví tímido y me cuesta muchísimo trabajo hablarle a las chicas. Muchísimo más trabajo proponerles cosas que impliquen juntar nuestras bocas y acariciar nuestros cuerpos.

Pero ya me he desviado demasiado de lo que quería contar, debe ser porque hablar de ella aún me pone una sonrisa en el rostro.

Yo nunca fui con ella en el mismo grupo. La conocía de vista solamente y no me llamaba particularmente la atención.

A finales de quinto año, seleccionaban entre los mejores alumnos a la escolta oficial de la escuela para el año siguiente. La escolta marchaba cada lunes en las ceremonias y de vez en cuando en algún desfile. Y era sólo una para toda la escuela, a diferencia de algunas otras escuelas donde hay una por grupo, así que pertenecer era un gran honor.

Y resultó que ella era la abanderada y yo el capitán.

Nos veíamos en los ensayos de la escolta y nos hicimos amigos, aunque a mí me parecía muy seria. Jamás sonreía y se la pasaba hablando de lo que veíamos en clase.

Terminó el año sin novedad. Pasó el verano y pasamos a sexto. Y empezamos a marchar los lunes, y seguíamos ensayando dos o tres veces por semana.

Y entonces sucedió. Fue en un ensayo. Llevábamos poco tiempo marchando y aún teníamos muchos errores, así que estábamos súper concentrados en no perder el paso y hacer enojar más a la maestra de educación física, que era la que nos entrenaba.

Al dar la vuelta a un cobertizo, quedando fuera de la vista de la maestra por un momento, Lupe rompió la formación y se agachó a subir su la calceta, y mientras se subía la calceta volteó a verme y me sonrió.

Y entonces supe que a pesar de ser tan ñoña también era un poco rebelde, y que a pesar de ser tan seria también sonreía. Y que sonreía con la sonrisa más hermosa que hubiera yo visto en mi vida.

Por supuesto, no me quedó más remedio que enamorarme de ella perdidamente en ese instante. Y perder el paso.


-----------------------------------------------------
Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría entrenado escoltas de niños de primaria.

lunes, 3 de agosto de 2009

Si vas a salir con una chica, mejor toma Lomotil

Aquél día el buen Miguel quiso a ir a beber unos whiskys después del trabajo. Miguelón trabaja para uno de mis mejores clientes, y es buen amigo. Es también el hombre más mandilón que conozco, al grado de que cuando le llamó a su esposa para pedirle permiso, le temblaban las manos y la voz. Por supuesto su esposa lo dejó ir sin ningún problema, con la condición de que no llegara muy tarde; imagino que hasta le dio gusto descansar de su marido un rato.

Dado que las oficinas de mi cliente están en Polanco, elegí un bar por ahí. Lugar pequeño, en una terraza, bonito, tranquilo, y fresón, al que van chicas tan guapas que parecen irreales. Ah sí, también sirven buenos tragos, pero con esas chicas, los tragos son lo de menos; bien podría beber leche agria y ni lo notaría.

-¿Cuántas personas caballero?
-Dos, nada más.
-Uy, sólo tengo lugar en una salita, pero tendrían que compartirla…
-No hay ningún problema, respondí mientras pensaba: “¡Excelente, qué buena suerte!”.


Las salitas son dos sillones para 3 personas uno frente a otro, separados por una mesa baja enorme y cuadrada. A los otros dos lados de la mesa hay sillas, dos del lado de la pared –con un calentador en medio- y dos del lado del pasillo –con espacio entre ellas para que el mesero pueda servir-. Con ese acomodo, cada sala queda bien dividida en dos, precisamente porque es práctica común compartirla entre grupos pequeños.

Miguel se sentó en una de las sillas del lado de la pared, y yo en el sillón, junto a él, formando una L. De esa forma, dejamos espacio para otras dos personas de nuestro lado, y el lado del otro sillón completamente vacío. Ya bien acomodados, empezamos a beber.

No tardó en llegar un grupo a posesionarse del lado frente a nosotros. Había un par de mujeres guapas, pero ya algo maduras para nosotros, y además acompañadas, así que no les prestamos interés.

Fue hasta después de como 3 whiskys que llegó una pareja a sentarse con nosotros. Una chica preciosa con su novio. Ella se sentó junto a mí en el sillón y el tipo en la silla junto a ella, quedando frente a Miguel. El tipo era más bien desangelado y sin chiste, así que supongo que por lo mismo, tenía una necesidad desesperada de llamar la atención: clásico odioso que habla como si tuviera una papa en la boca, dice “gallo” tres veces en cada oración y le sube el volumen a la voz para que todo el mundo se entere de su conversación. Además se refería a sus amigos y conocidos utilizando el nombre de las empresas de sus familias como si fueran su apellido, más o menos así: "Y entonces estábamos en la despedida de Fulanito Bimbo, sí sabes que se casó con Perengana Alpura ¿no?..." (N. del A.: Sus hijos serán una rica merienda.)

A mí no me importó demasiado. Después de todo, la chica estaba hot.

En algún momento de la noche, varios whiskys después, el tipo se levantó al baño y empezó a tardarse más de lo normal. Mientras los minutos transcurrían la chica daba muestras cada vez más visibles de impaciencia. Yo la volteé a ver, le sonreí, y le dije con voz profunda:

-Hola, me llamo Leo.

Aunque parezca increíble, hasta el día de hoy es la frase de entrada que mejor me ha funcionado en la vida. Se presentó y después de los obligados chistes que hice acerca de la tardanza de su novio en el baño, comenzamos a hablar de cualquier cosa.

Cuando regresó el tipo, no le quedó de otra más que presentarse con nosotros e integrarse a la conversación... y tratar de monopolizarla utilizando su altavoz integrado. Entonces fue cuando Miguel entró al quite, poniendo atención y fingiendo interés a todo lo que el tipo platicaba; además de aprovechar cualquier oportunidad de hablar bien de mí.

No pasaron más de cinco minutos cuando la chica me volteó a ver y me empezó a hablar de otra cosa. Nos recargamos en el respaldo del sillón, giramos nuestras cabezas el uno hacia el otro, y continuamos con nuestra propia conversación, desentendiéndonos por completo de nuestros acompañantes.

Un par de horas después, Miguel ya sabía toda la historia de cómo el tipo había montado su despacho de arquitectos regido por un código de ideales de los amigos que se asociaron (donde, por ejemplo, se comprometían a siempre tratar bien a su gente y a no usar autos importados, -no sé porqué, no estaba poniendo atención-). Yo, por mi parte, ya tenía el teléfono de la hermosa María y una cita para la siguiente semana. Todo en las propias narices de su novio, que aparentemente no se dió cuenta de nada, encantado cómo estaba de tener un público tan entregado como el buen Mike.

Lo mejor de todo fue que cuando pedimos la cuenta, el tipo ya la había pedido antes (la suya y la de nosotros), en un descarado intento de lucirse con su chica.

-Caballero, por favor, yo no podría, déjame pagar a mí.

-No, no, por favor, déjame a mí. La próxima invitan ustedes.

-Bueno.

Sí, la verdad no me hice mucho del rogar. Ni siquiera ví la cuenta, pero según mis cálculos estaba bastante grosera. Además lo mínimo que podía yo hacer era dejarlo quedar bien, ¿no?


-----------------------------------------------------
Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, no sería un arquitecto fresa. A ésos les bajan a sus chicas y encima pagan la cuenta.