jueves, 25 de noviembre de 2010

Tu horóscopo para éste fin de semana (26 al 28 de Noviembre)

Aries: (Ella) Aries es el líder natural del zodiaco: inteligente, valiente, astuto, intrépido, fuerte, apasionado y muchas otras virtudes más... O sea que no hay mujeres Aries; si naciste por éstos días lamento informarte que no eres de ningún signo. (Él) Pasarás todo el fin de semana con una hermosa mujer que no se cansará de alabar tus cualidades y pedirte que tengas sexo con ella.

Tauro: (Ella) Obedece y escucha a tu marido. Si haces todo lo que te diga, todo irá muy bien éste fin. (Él) Pasarás muchas horas llorando por tu juventud perdida. Debes aprender a vivir con el peso de las muchas equivocadas decisiones que has tomado.

Géminis: (Ella) Es un tiempo ideal para meterte a la cocina y preparar platillos complicados; aprovecha para ensayar ésa receta en la que has estado pensando desde hace tiempo. (Él) Es un tiempo ideal para meterte a la sala y ver el fútbol todo el fin de semana; aprovecha para sacarte la pelusa del ombligo mientras te rascas la panza, huevón.

Cáncer: (Ella) Cuídate de los osos hormigueros. Tu número de la suerte es el 12. (Él) Éste fin de semana sentirás más fuerte que nunca la tentación de regresar a tus viejos vicios. Tómate un par, total, nadie se va a dar cuenta.

Leo: (Ella) Por fin habías encontrado un hombre con tan mal gusto como para ser tu pareja y tontamente lo dejaste ir. Aprovecha el fin de semana para comprar muchos gatos que te acompañen en tu soledad, porque ésa situación no se repetirá jamás. (Él) ¿Te crees muy cabrón, no? Pues descifra éste mensaje de parte de los astros: F1E47C65DD9C78DBDF3FAFABCB2E1712 (la llave para descifrarlo es 12345678901234567890abcd).

Virgo: (Ella) Éste fin se semana estará lleno de tentaciones. Controla tus impulsos carnales o no le harás honor a tu signo. (Él) Cómprate una corbata roja; si es de seda, mejor.

Libra: (Ella) Aunque pienses lo contrario, ser una zorra irredenta no es chévere. Modera ése estilo de vida disoluto, pues éste fin de semana corres un gran peligro de contraer alguna enfermedad. (Él) Aunque pienses lo contrario, ser una loca desatada no es chévere. Modera ése estilo de vida jotolón, pues éste fin de semana corres un gran peligro de sufrir un desgarre en salva sea la parte.

Escorpio: (Ella) Es momento de cambiar de pareja. Seamos sinceros, el tipo con el que sales no te hace feliz, y te tiene insatisfecha en más de un sentido. Sal a divertirte y puede que conozcas a alguien interesante. (Él) Éste fin de semana es ideal para romper tu mala racha y ligarte una chica que valga la pena -es decir, una que no sea loca de manicomio, gorda, chaparra, fea y desagradable como con las que terminas encamado siempre-.

Sagitario: (Ella) Éste fin se semana es ideal para comprar regalos caros para tu familia. (Él) Come chocolate, paga lo que debes.

Capricornio: (Ella) Éste fin de semana leerás un horóscopo que no te va a decir nada útil. (Él) Un policía de tránsito te va a detener exactamente a las 5:04 PM del domingo, procura llevar cambio para la mordida.

Acuario: (Ella) Es muy probable que mueras aplastada por un piano. Tu color de la suerte es el terracota. (Él) Es un buen momento para comenzar tu carrera como conductor de carretas de heno.

Piscis: (Ella) Gliese 876 c es un planeta extrasolar que orbita la estrella enana roja Gliese 876 cada 30,340 días. Fue descubierto en 2001 y es el segundo planeta en orden de distancia a partir de su estrella. (Él) Dejar de fumar reduce importantes riesgos en la salud.

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Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, hubiera sido astrólogo como Kundera.

martes, 22 de junio de 2010

Portazo Mundialista

Primero que nada, debo hacer una declaración: Odio el fútbol. Me parece aburrido, de mal gusto, enajenante y un poco gay. Y creo firmemente que es uno de los grandes cánceres de nuestra sociedad. Se ha creado una gran industria alrededor cuyo único propósito es atraer más fanáticos y embrutecer más a los que ya se tienen. Como siempre, todo por el cochino dinero.

Y es que no se puede negar que levanta pasiones (coff, pasiones gay, coff, coff...), pero ése es precisamente el problema. No es malo aficionarse a algo, pero apesta volverse un fanático. Los fanáticos pierden su voluntad, atacan a los que no comparten sus ideas, dedican su vida entera al objeto de su fanatismo.

Así, con ésto del fútbol, la gente deja de trabajar, de comer, de pensar y de todo con tal de ver los partidos. Y se gasta sus ahorros de toda la vida o queda endeudada por años con tal de viajar a ver un partido importante de su equipo. Se vuelve violenta y su estabilidad emocional depende de lo que hagan en la cancha once tarados que no saben hacer una multiplicación.

Pero bueno, es época mundialista, y yo sigo teniendo mucho trabajo como para escribir algo medianamente leíble, así que con todo y eso decidí ceder éste espacio el día de hoy a mi buen amigo Dudu -quién es un fanático tarado, pero es buen amigo-, para que te cuente una anécdota futbolera de sus años mozos.

Sin más por el momento, aquí va:

Corría el año de 1994. Nelson Madela ganaba las elecciones en Sudáfrica después de pasar 27 años en la cárcel, en los Grandes Lagos mataban tutsis como si fueran cucarachas, la OTAN tuvo su primera acción militar en sus 45 años de existencia y Kurt había muerto en abril.

Por supuesto, todo aquello me importaba un pepinillo rancio, porque entonces era yo un pequeño mozalbete que todavía mojaba la cama (ya casi no lo hago), y el único acontecimiento internacional para el que tenía ojos y oídos era, cómo no, el mundial de fútbol en Estados Unidos.

Áquel día, todos mis amigos de la primaria y yo tratábamos desesperadamente de hablar con la Directora del Colegio, con el fin de solicitarle su autorización para ver el gran juego entre México e Italia. Las horas se escurrían como agua entre los dedos y no había ninguna respuesta; cada que la manecilla del reloj avanzaba un segundo, el casi inaudible sonido que producía retumbada en nuestros oídos como un terremoto. Al fin, cuando ya nuestras esperanzas se desvanecían, hicieron el aviso de que pasáramos al salón en que se encontraban los ñoños de 3ro. y que era en ese entonces el salón mas grande de la escuela.

Cuando llegamos al salón en cuestión, nos encontramos con la sorpresa de que ya no cabía absolutamente nadie. Estaba toda la maldita escuela sentada ocupando todo el espacio; unos en el suelo, otros en la bancas, otros sobre otros... vaya, hasta las vejerretas maestras también estaban ahí ocupando espacio. Y nosotros por más que empujábamos, nada más no veíamos ni puta madre.

Decidimos ir a jugar al patio, ya que no podríamos ver el juego. Pensábamos, por supuesto, que aquello era un terrible injusticia, al ser nosotros los más grandes de edad y de seguro que también los más apasionados. Y todo por la maldita falta de espacio.

Transcurría el partido y nosotros nos entreteníamos con la cáscara apasionada, tratando de meter un chingado frutsi a la portería -que en ese entonces estaban formadas por suéteres y/o chamarras-. De repente, todo alrededor se hizo silencio, un silencio estremecedor. Entonces, salió del salón áquel un cabron cuyo nombre no recuerdo y comenzó a gritar: "¡Gol de Italia!, ¡Ya metió Gol Italia!". Parecía que nos habían castigado y jalado las orejas; todos estábamos tristes, cabizbajos, sin poder ver el juego; y lo peor de todo es que Italia iba ganando y en ese momento México estaba fuera del mundial.

Una que otra lagrima solté entonces (Nota de Leo: Eso de la lagrimita lo sigue haciendo, más de una vez lo he visto llorar viendo algún partido), lo mismo que otros cuantos amigos, pero pues ya que nada se podía hacer, seguímos jugando, como si nosotros fuéramos la selección. Pasaron yo creo que unos 10 minutos, cuando de pronto, en contra de toda probabilidad, se escucho un rotundo y tan cabrón grito de ¡Gooooooooooool! que al instante, como reos en fuga -pero a la inversa-, tratamos de entrar al salón a ver el gol. No sé como chingados aventamos a tantos cabrones que nada mas veíamos como caían encima otros. Hicimos un desmadre, todo con tal de poder ver el gol (si no mal recuerdo de Marcelino Bernal, un golazo x cierto).

El ambiente era indescriptible en ese momento, ¡Era un caos! Parecíamos reos aventando los cuadernos de los de 3ero, y todo lo que se nos ponía a la mano. Aventábamos mochilas, lápices, refrescos, molletes, mapas... brincábamos unos sobre otros y hasta creo que llegue a besar a una maestra (guácala). Fue tanta la emoción y tanto el desorden, que posteriormente nos catalogaron como "los chicos del portazo".

Terminó el partido y todos aplaudimos tanto, gritamos tanto y echamos tantas porras, que entonces juré que desde ese día no me perdería ningún puto partido de la selección en los mundiales, hasta que me cargue la chingada… Y el próximo contra los recontraputos argentinos de mierda, no será la excepción.

¡Venga México!


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Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido cualquier cosa menos futbolista.

martes, 6 de abril de 2010

Para su información...

El próximo viernes regresan los horóscopos. Y esperen a mitad de la próxima semana nuevas recetas de cocina.

Disculpen ustedes tanta inactividad últimamente.



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Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido burócrata.

jueves, 7 de enero de 2010

Uno pequeñito.

-Fer, ¿porqué a las chicas les molestan tanto los chistes machistas?
-No sé, a mí los chistes feministas no me molestan para nada.
-A mí tampoco, hasta hay algunos graciosos...
-...
-Debe ser porque nosotros tenemos la certeza de que los chistes feministas son mentira
.



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Me llamo Leo, y si no hubiera sido informáticoempresarioconsultordesistemas, habría sido comediante.